Hoy hablamos de un tema que muchas familias viven en silencio: la ansiedad ante el aburrimiento de los hijos. Pareciera que hemos entrado en una carrera constante por llenar cada minuto de su día, convencidos de que un niño ocupado es un niño feliz y exitoso. Pero, ¿qué pasa cuando esa hiperactividad programada refleja, en realidad, la ansiedad de los padres y no de los niños?
En esta nota, la Lic. Melina Gonzalez Paulos nos ayuda a comprender cómo la sobreestimulación se ha vuelto una trampa cotidiana en nuestra sociedad y por qué el tiempo libre de los niños debería ser visto como un espacio de aprendizaje y creatividad, y no como un problema a resolver.
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