Instituciones que limitaron el uso de celulares reportan menos conflictos y mayor interacción social entre alumnos según un informe reciente.

En un contexto donde las pantallas dominan la vida cotidiana de niños y adolescentes, las escuelas que han implementado la prohibición de teléfonos móviles comienzan a notar cambios significativos en el ambiente escolar. Según informó la BBC, los informes de estas instituciones destacan una disminución en los problemas de disciplina, menos conflictos entre estudiantes y un aumento en la interacción social. “Se vuelven a oír risas en los pasillos”, afirman los informes, reflejando un ambiente más saludable para el desarrollo de los menores.

Esta problemática ha sido ampliamente analizada por Jonathan Haidt, psicólogo y autor del libro La generación ansiosa, que desde su publicación ha dado lugar a un debate global sobre el impacto de las pantallas en la niñez. En una entrevista reciente, Haidt señaló que los jóvenes de la Generación Z son conscientes de los efectos negativos de los teléfonos móviles, pero se sienten atrapados en un sistema que fomenta su uso constante. “No he conocido a ningún miembro de la Generación Z que diga: ‘Nos encantan los teléfonos, son buenos para nosotros’. Todos ven lo que está pasando, pero se sienten atrapados”, afirmó el autor.

El auge de las escuelas sin teléfonos móviles

De acuerdo con Haidt, el cambio más inmediato tras la publicación de su libro se ha dado en las escuelas que han optado por prohibir el uso de teléfonos móviles durante el horario escolar. Estas medidas, aunque inicialmente enfrentaron cierta resistencia por parte de algunos estudiantes y padres, han demostrado ser efectivas. Según los informes recopilados, las instituciones que implementaron esta política han experimentado una reducción en el ausentismo escolar, menos llegadas tarde y un aumento en la puntualidad. Además, los estudiantes han comenzado a interactuar más entre ellos, lo que ha mejorado el ambiente general en los centros educativos.

El psicólogo destacó que países como Reino Unido y Australia lideran la implementación de leyes y políticas para regular el uso de dispositivos móviles en las escuelas. Aunque en Estados Unidos la resistencia inicial fue mayor, especialmente por parte de padres que desean mantenerse en contacto constante con sus hijos, el “espíritu de la época” ha comenzado a cambiar, según Haidt.

fuente: infobae.com